LA COVA D’EN DAINA -ROMANYÀ DE LA SELVA (GIRONA)

El valle de Santa Cristina de Aro, como se dice, La Vall d’Aro, y las montañas que a uno y otro lado  le limitan, encierran en el vasto término municipal de Santa Cristina, en medio de sus frondosos bosques, hoy desgraciadamente devastados por el Liparis dispar, buen número de monumentos megalíticos, interesantes por tener los dólmenes la forma de galería cubierta o cistos, diferente de la común.

 La Cova d’En Daina es sin duda , el sepulcro megalítico más conocido de la comarca y uno de los más espectaculares de los dólmenes pirenaicos. Se la conoce como la Cova d’en Daina por la daina o cabra salvaje, por más que hoy no haya allí estos animales.

 Está a unos 125 m. de la carretera que une Romanyà con Calonge., a 300 metros sobre el nivel del mar en un lugar dominante a 41º 51’27’’ latitud norte y 6º 40’ 49’’ longitud Este.

El conjunto estaba en las tierras del Sr. Jose Mª Cama que mandó abrir un ancho camino gracias al cual el dolmen podía verse desde la carretera. En 1931 fue declarado monumento nacional.

Descubierto por el Sr. Cama, fue mencionada por primera vez su existencia en el año 1894 en un periódico de Sant Feliu de Guíxols, en La Lealtad del 16 de junio , por D.Agustín Casas , y en la misma fecha se publicó también una pequeña noticia descriptiva del mismo en la Revista de Gerona (año XIX pag 192).

Mejor que un dolmen, es este un monumento, una  galería cubierta, protegida por un túmulo, al que rodea un cromlech.

 Forma el Cromlech un círculo de grandes piedras graníticas planas por dentro, redondeadas por fuera, tales como se encuentran por aquellas inmediaciones, y sin indicio de haber sido labradas; este círculo presenta unos 11 metros de diámetro y se encuentra bastante bien conservado en tres cuartas partes de su perímetro especialmente por la parte E. y N.  Sus piedras por término medio tienen unos 0,50 ó 0,85 m. de alto y muchas está inclinadas.

Por la parte SE. está la entrada a la galería cubierta, cuya entrada la forman a cada lado dos grandes piedras a modo de pilares, hoy bastante hundidas en el terreno, del que solo sobresalen poco más de un metro, pero que en una fotografía hecha a raíz de su descubrimiento sobresalían bastante más. El ancho de estos pilares es de 0.42 m. Y su grueso de otros tantos centímetros, el de la derecha está algo desviado de su posición. La abertura que dejan es de  unos 0.80 m. Cada lado de la galería la debieron formar ocho piedras semejantes a éstas, algunas de las cuales se veían  caídas y otras torcidas y desviadas de la vertical que parecía ser su posición primitiva.

En las de la quinta y sexta fila quedan todavía las piedras de la cubierta, losas de granito irregulares, que se ve que lo mismo que los pilares, han sido talladas intencionadamente, aunque de una manera bastante rudimentaria; estas losas miden 2.40 de largo, ó poco más por 1,50 m. de ancho y un grueso de 0.35 á 0.40. La galería termina en una cámara cuya superficie sería aproximadamente de unos 3,20 por 1,50 y la longitud de la galería y cámara en el sentido del diámetro que recorre, del círculo del cromlech, es de 7,70, pasando por consiguiente, más allá del centro de este círculo, que sólo tiene unos 11 m. De diámetro en su eje mayor.

El área que limita la circunferencia del cromlech está ocupada por piedras, las unas restos de la galería y su cubierta, ó de las laterales del cromlech, y otras de las que formaban el túmulo que le cubría, y que debía ser de bastantes materiales, ya que su peso desvió hacia fuera algunas de las piedras del cromlech, y hacia adentro otras de la galería; probablemente por lo de que la inspección de lo que quedaba podía deducirse y por las noticias que el propietario del monumento dio en su dia a M.Cazurro, el túmulo o galgal estaba formado por varias capas de piedras sueltas de tamaño variable y encima cubierto por tierra y malezas, pues áun pudo llegar a ver parte del que cubría la galería, debiendo el resto, desde muy antiguo, haber desaparecido, ya que en el área del cromlech crecían dos hermosos alcornoques, hacia la parte N. De tamaño y edad bastante respetables.

En 1956 fueron colocadas por una expedición dirigida por el Sr.  Luis Esteva Cruañas del Servicio de Investigaciones Arqueológicas de la Diputación de Gerona en posición vertical muchas piedras  del cromlech que hallaron inclinadas o caídas. Aunque las dejaron donde estaban, es evidente que su posición debió de variar algo. En consecuencia no seria prudente sacar conclusiones de su forma actual, aunque si bien es probable que no difiera mucho de la que tenía cuando fue construido.

 Las piedras 24 y 25 no fueron levantadas entonces por impedirlo un alcornoque, la primera de ellas tiene dos cazoletas de 7 cm de diámetro por 3-5 de profundidad.

 

Según el estudio realizado por el Sr. Esteva, entre el corredor y el pasillo hay una puerta de separación F y R son las jambas  y  W el dintel. R, a 65 cm de su parte alta tiene un saliente artificial de 8-10 cm obtenido por frotamiento, saliente  que había llamado la atención de los arqueólogos que habían estudiado el Dolmen.

 En frente está la F que es algo más baja, ambas quedan clavadas a mayor profundidad que sus vecinas, lo que demuestra que  eran piezas importantes del sepulcro.

 A 4 m del dolmen, frente a la entrada se encontró la pieza W que encaja con el saliente de R y la parte plana de F.

 El marco de la puerta, jambas y dintel, no ofrece duda.

 Probablemente G, E, S y tal vez Q y su vecina son piezas complementarias del marco adintelado de la puerta. G sirve de apoyo a W; E y S como dijimos al describir el pasillo, tienen la forma adecuada para permitir los movimientos de apertura y cierre de la pieza que tapaba la puerta.

 Q y su vecina probablemente servían para reforzar la posición de R, pieza clave de la puerta, pues si hubiera cedido solamente unos cms, el dintel habría caído.

Durante el estudio que llevó a cabo el Sr. Esteva en 1956  se practicó un corte en el túmulo frente a la losa I. Hallaron dos niveles: el superior, de 95 cm medidos en las proximidades de la losa citada, estaba formado de piedras y tierra; el interior, de 30 cm., constaba uniformemente de granito suelto. Este granito pudo proceder de la natural descomposición de la roca del fondo, pero tal vez una parte provenía de los surcos que se abrieron al construir el dolmen. En la parte  central de la cata encontraron una piedra de regular tamaño. Terminado el corte, comprobaron que la tierra y las piedras sacadas tenían volúmenes semejantes.

Desbrozados los alrededores del dolmen parece como si el túmulo circular conocido estuviera sobre otro mucho mayor y de forma ovalada.

El Sr. Cama exploró este monumento, haciendo excavaciones en la galería y cámara terminal y en la tierra del túmulo, y tuvo la fortuna de encontrar interesantes objetos que arrojan bastante luz acerca de la época en que fue construido.

 Cinco puntas de flecha en forma de hoja de laurel, de silex, primorosamente retocadas en sus bordes, que se presentan aserrados menudamente y de  varias dimensiones.

Otra punta cordiforme de sílex, más transparente y puntiaguda con la base más desgastada.

 Otra con dos aletas y pedúnculo.

 Dos placas de fibrolita rectangulares de 95 x 80 mm con los bordes desgastados, casi cortantes y de un espesor de 5 mm.

 Un trozo de cuchillo de sílex, de unos 65 mm de largo.

Un punzón de metal, probablemente de cobre.

Dos pequeñas rodajas perforadas de hueso.

Una bola de hematites del tamaño de una bala de caza redonda de 12 mm de diámetro.

Varios fragmentos de cerámica tosca, sólo alguno de ellos con ornamentos incisos hechos a mano y cocida a fuego de reducción y con adornos incisos sin vestigio de relleno blanco.

 Numerosos dientes, algunos de criatura.

Todos estos objetos, especialmente la forma de hoja de laurel de las flechas, menudamente retocadas,  y la presencia de un punzón de metal, datan a esta tumba colectiva como del fin de la época neolitica, del período que los italianos llaman eneolitico.

 Más tarde se encontraron otros objetos:

 Piezas de collar de calaita, de esteatita, cristalitos cúbicos de pirita, 2 punzones de sección circular suavemente bitroncocónicos, 1 cuenta de collar de vidrio,y varios fragmentos de cerámica ibero-romana.

 

 Bibliografía:

Los Monumentos Megalíticos de la provincia de Gerona. Manuel Cazurro Madrid 1912.

La Civilización Megalitica Catalana y la Cultura Pirenaica. luis Pericot y García (Universidad de Filosofía y Letras de Barcelona) Barcelona 1925.

Sepulcros Megalíticos de las Gabarras. luis Esteva Cruañas.Gerona 1964.

4 comentarios en “LA COVA D’EN DAINA -ROMANYÀ DE LA SELVA (GIRONA)

  1. Un tesoro informativo.
    Es así como se me ocurre llamar a este estudio, y a todos los que comparten.
    Excelente material, certero y hermoso.

    Que Awen siempre les rocíe de su esplendor, y una suave brisa les cobije.

    Saludos, y un cálido abrazo.

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