Hace 5 años que Euentia y Conticannatios, alrededor de estas fechas en las que nos encontramos, fundaron la Orden Druida Fintan.
Con el motivo de su aniversario, queremos echar la vista atrás y recordar la senda recorrida. Han pasado muchas cosas durante estos cinco años, algunas buenas, otras no tanto pero el cómputo general es extraordinario.
Fuimos la primera Orden Druida que, considerando la importancia de que nuestros cultos fueran reconocidos y respetados, procedió con los trámites de legalización. Dichos trámites, cumpliendo las normativas legales nos condujeron a la creación de una Asociación Religiosa que pudiera desarrollarse mediante una estructuración civil pero que englobara en su seno el núcleo de la Orden como fundamento y finalidad de la misma. Es así como nacería unos meses más tarde la Asociación Religiosa Druida Fintan mediante su inscripción en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia de España. El Druidismo quedaba así tácitamente reconocido como creencia religiosa en nuestro pais.
Nuestra Orden Druida ha sido también pionera en la introducción de la figura de los Credimaros /i, nombre en Galo que significa Creyente /s y que algunas ordenes ya han empezado a adoptar. Esta fórmula de estructuración de una comunidad de creyentes druídicos es la que hace posible que todo creyente pueda vivir su fe, aprender su creencia y su espiritualidad con las máximas garantías de saber lo que debía hacer, de conocer a sus Dioses y poder adorarlos y rezarlos, sin la necesidad y/o obligación de tener que realizar una iniciación como Sacerdote Druida. Hasta entonces, ninguna Orden Druida lo contemplaba ya que casi todas las existentes sólo aceptan a miembros con un único objetivo: iniciarse en el sacerdocio Druida.
Nuestros fundadores entendieron que una Orden Druida que celebra sus Ritos Religiosos sólo para sus miembros sacerdotales es algo endogámico que no lleva a ningún lugar y que a la larga, esta práctica no favorecería la estructuración coherente de la Religión Druídica pues solo se forman Sacerdotes que por contra, no tienen ni creyentes a los que apoyar, ni Tribu a la que dar servicio. Por dicho motivo creemos que muchas Ordenes Druidas acababan constituyéndose en una serie de grupos cerrados, de carácter monástico y volcados sobre sus propios miembros con el único interés de su propia y particular iniciación espiritual y evolución personal.
Es por ello que todo aquel creyente que no se viera con la fuerza y el compromiso necesario para ser Druida o que simplemente no fuera su deseo serlo, se quedaba relegado y sin la posibilidad de vivir de una manera auténtica su sentimiento. Sin conocimiento cierto de lo que es el Druidismo y de como poder manifestarlo en su intimidad.
Por este motivo, todo aquel que nos solicita ingresar en la Asociación Religiosa Druida Fintan, es considerado credimaros (Creyente) Druídico NO Druida o Iniciado y dentro de la Asociación recibe una formación adecuada que le permite obtener los conocimientos esenciales para así poder vivir su fe Religiosa de manera autónoma y con garantías de estar practicando con corrección nuestra Religión.
Dedicados como estamos a trabajar por y para el Druidismo en la seguridad de que nuestra Religión es una meta que supera la inmediatez y los egos de nuestras propias Ordenes o de nuestro particular momento personal, no hemos cejado en trabajar de manera constante en el ámbito civil con el objetivo de visibilizarnos, definirnos ante la sociedad y buscar la normalización y respeto de nuestras creencias. Es esta misma idea la que nos llevó a trabajar por la legalización de nuestra Asociación Religiosa y la que evidentemente ha dado los resultados más socialmente visibles.
Así, hemos participado en estudios de la Universidad de Barcelona, somos miembros de la Plataforma en favor de la libertad religiosa del paganismo, nuestros fundadores forman parte de manera permanente de las mesas de diálogo inter-religioso de la asociación Audir de la Unesco, estuvimos en la Iª Conferencia para el reconocimiento de los derechos del Paganismo en España celebrada en el Ateneo de Madrid, mediante la participación como ponente de nuestra Uerbena Druuis Euentia.
Durante estos cinco años hemos puesto en marcha fundamentalmente dos proyectos. Elaboramos el Manifiesto de Protección de los Lugares Sagrados junto a Celtica Hispana y mantenemos conversaciones con el Departament d’Afers Religiosos de la Generalitat y diversos Tanatorios para intentar que sean aceptados y contemplados nuestros funerales en el momento del traspaso de un credimarii. Así mismo también hemos tenido el honor de celebrar la primera unión druida oficial del Estado en el año 2012.
Y otros muchos arduos trabajos que han recaído principalmente en nuestros dos grandes pilares: Euentia y Conticannatios.
Si bien no hemos desfallecido en el ámito social mediante trabajos y proyectos que pensamos no solo continuar sino expandir de cara al futuro, en el ámbito religioso este último año ha sido crucial para nuestra Orden Druida, ya que nos hemos despojado de unos cuantos lastres y de una buena retahila de mentiras que nos ahogaban. Si bien este pasado año ha sido muy convulso, también ha sido gratamente provechoso. Descubrimos la falsedad de nuestra línea de filiación y la hicimos pública, lo que nos conllevó un sin fin de amenazas, insultos y demás tropelías pero también reconocimiento. No tan sólo de la gente de nuestro país, sino de una gran mayoría de Druidas de Europa.
Gracias a ello, nuestra Uerbena Druuis Euentia fue reconocida como Druidesa por una de las Ordenes más serias de Francia, de Tradición reconstruccionista y sacerdotal y con una intachable reputación; la Celtiacon Certocredaron Credima (C.C.C.) -Creencia Céltica Ortodoxa-. Esta reconocimiento llevó consigo que la Orden Druida Fintan, fuera incluida a una de las líneas de filiación más antiguas y respetadas del Druidismo. Pero más allá del reconocimiento del Druidicato de Euentia, la CCC nos ofreció también hermanarse con nuestra Orden como símbolo de respeto a la labor efectuada y a la Tradición que nosotros, por nuestra parte, llevábamos ejerciendo con rigurosidad y veracidad. Esta hermandad es pues fruto del trabajo que se ha venido realizando durante estos cinco años y nos ha dado un impulso extra para seguir luchando con coraje y valentía, como siempre hemos hecho por el Druidismo y para sus creyentes (especialmente los de nuestra asociación, como es natural).
La A.R.D.F. ha crecido, no tan solo en integrantes (aunque aún somos muy poquitos), sino en madurez. Madurez que lleva a que nuestros credimaroi entiendan los fundamentos de una comunidad de creyentes y se impliquen en la fe y en el trabajo comprometido hacia el Druidismo, como socios de la ARDF.
Durante todos estos años nuestra vocación siempre ha sido la de hacer las cosas bien e ir con la verdad siempre por delante, muchas veces hemos antepuesto nuestra responsailidad para con la Asociación Religiosa y la defensa de los intereses comunes del Druidismo, a nuestros propios intereses, gustos o necesidades personales. Tanto los miembros de la Junta Directiva de la Asociación Religiosa, como los miembros del Uxellisedon (Consejo Superior) de la Orden Druida, siempre hemos entendido que nos guste o no somos personas públicas que representamos a nuestros Organismos y que por consiguiente, nuestro comportamiento es igualmente público e imagen de lo que representamos por lo que nuestras Entidades serán juzgadas siempre en función de nuestras manifestaciones. Pero lo más preocupante no es eso. El juicio ultrapasa nuestras propias entidades para afectar directamente a nuestros objetivos. Aquello por lo que trabajamos, aquello por lo que luchamos y queremos defender y normalizar. Lamentablemente este razonamiento es mal entendido y especialmente incomprendido en el mundo ‘pagano’, es más casi diríamos que los no paganos entienden más lo que representa tener un cargo público que los paganos.
Esta manera de entender nuestras obligaciones, así como nuestra férrea manera de defender que las cosas deben de hacerse de una manera correcta, meditada, sin impulsividades, sin ‘chismes’ y cotilleos, de una manera fría y contundente y siempre defendiendo la verdad fuera cual fuera, nos ha puesto en el punto de mira y no pocas veces se nos ha acusado de rancios y de prepotentes.
No entendemos que esa visión sea correcta, pues nada tiene de prepotente el servicio a la verdad. Servicio que todo Druida promete en mantener y que es la base de su sacerdocio ya que incluso en la antigüedad se relata como la mentira intencionada con beneficio propio es causa no de expulsión, sino de ajusticiamiento del Druida.
¿Somos acaso tan prepotentes como para que nuestra soberbia lleve a Euentia a decidir exponer la verdad, a sabiendas de perder su druidicato, la validez de la Orden Fintan y todo lo que se había conseguido?
Creemos que muy pocas personas, Ordenes, Covens o Grupos, legalizados o no, se hubieran atrevido a hacer pública la verdad de una falsa iniciación quedando con ello en entredicho su formación y su propia Orden, sin saber si podría solucionarse o debería disolverla. Lo más fácil hubiera sido callarse, echar tierra por encima y como decimos en Catalunya “qui dies passa anys empeny” (quien días pasa años empuja) .Pero Fintan siguiendo su forma ortodoxa de actuar lo hizo público independientemente de las consecuencias que eso comportase para Euentia, para Conticannatios y para la Orden. La VERDAD pasa por encima de cualquier otro interés. Mal Sacerdotes Druidas seríamos si no hiciéramos honor a la Verdad .
Pero no entraremos a polemizar si tienen o no razón, no es el objetivo de este escrito. Lo que está claro es que para nosotros actuar o manifestarnos como si estuvieramos en la mesa del bar frente a una cerveza con nuestros amigos sin ser conscientes de que el mundo nos escucha (hablamos de las redes sociales), lo consideramos irresponsable e inmaduro. Aquello que defendemos nos exige la responsabilidad de la seriedad ya que hay mucho en juego y no entendemos que no se tenga la madurez requerida para tratar los temas con seriedad. No compartimos que se traten los temas que afectan a nuestra religión como si estuvieramos en un juego de rol, un combate medieval, o un grupo de amiguetes. Lamentablemente esto no entra en nuestra concepción de lo que debe ser una Asociación Religiosa, de lo que debe ofrecer a sus miembros y a la sociedad en la que se encuentra imbricada. Como decíamos al principio, ideas, creencias y ojetivos que estan por encima nuestro. Debemos esta seriedad a los futuros creyentes de nuestra Religión.
Nuestra manera ortodoxa de entender el Druidismo así como nuestra defensa de la verdad nos han traído muchos insultos, desprecios, malos comportamientos etc , incluso de quien podríamos no haberlo esperado nunca. Pero esa es la línea que nos hemos marcado, la de la honestidad y si por ellos somos considerados rancios y prepotentes, bienvenido sea. La Honestidad es una cualidad que todo ser humano debería de cultivar, más aún un druida siendo uno de nuestros valores capitales. Ser honesto no es sólo no mentir, es también decir toda la verdad, no una verdad a medias, sin ocultar las cosas que no nos interesan.
Sí, tal vez seamos como dicen, pero nos enorgullecemos de haberlo sido durante estos cinco años, de haber actuado siempre con prudencia, denunciando cuando hemos tenido que denunciar públicamente hechos deleznables, intentando no hacer más escarnio del necesario, intentando no entrar en batallas absurdas, dedicándonos al duro trabajo de reconstruir nuestra tradición, aprendiendo constantemente, y actuando siempre con la Verdad de Cara al Mundo contra viento y manera. Y así vamos a seguir actuando en la defensa de nuestra tradición y derechos. No nos importan las apariencias, no nos importa como nos vean y nos es igual que la desaprobación, las críticas o el desprecio tenga distintos orígenes, ya sea este pagano, católico o ateo. Nosotros vamos a seguir trabajando con la máxima seriedad posible para aquellos que realmente creen en un Druidismo serio, en una religión ancestral que sea restablecida y tratada con normalidad en el seno de nuestra Sociedad. Sin esoterismos, ocultismos, magias o fantasias de ‘espada y brujeria’. Para aquellos que quieren aprender de corazón, para los que lo sienten de verdad .
Para el resto, nuestro frio vacio.