Desde la Orden Druida Fintan siempre hemos tenido el objetivo que los creyentes tuvieran su parcela , su sitio donde encontrarse a gusto con su religión. Bien es cierto que muchas veces un creyente en druidismo no sabe muy bien donde ubicarse o como definirse. A la ya difícil tarea de recuperar una religión ancestral se une el hecho que la mayoría de Ordenes Druidas no contempla el hecho de tener creyentes puesto que todas dan por supuesto que un creyente druídico era un Druida, término que a muchos les incomoda ya que ciertamente un Druida es un Sacerdote Druida.
Como particularidad podemos decir que el druidismo a priori no tiene una manera fácil de nombrar a sus creyentes o fieles, si tomamos como ejemplo otras religiones veremos que no tienen este problema, en el Catolicismo el Sacerdote es el Cura y los creyentes pueden llamarse Católicos, en el Judaísmo el sacerdote es un rabino y sus fieles son Judíos, En el Odinismo o Asatrú el sacerdote es el Godhi mientras que un creyente es un Asatrú o Odinista, pero al llegar al Druidismo nos surge la duda, como nos definimos si no queremos ser sacerdotes? Como puedo vivir mi religión en comunidad si no quiero ser Druida?
En Fintan nos dimos cuenta de esta necesidad por parte de muchas personas creyentes en el Druidismo pero que no sentían el deseo, necesidad, o la fuerza suficiente para ser Druidas, entendiendo a los Druidas como sacerdotes, y que se veían relegados a vivir su religión en soledad al no poder pertenecer a una Orden ya que estas sólo aceptan a iniciados.
Así pues cuando fundamos la Orden decidimos que había una mayoría de personas que tenían la necesidad de pertenecer a una Comunidad Druida sin tener que ser Druidas y que debíamos comprometernos en atender esas necesidades pues eso formaba parte de nuestro propio compromiso como Druidas.
Así nació una de las primeras ordenes, en la que se aceptan tanto creyentes que sólo quieren ser creyentes como creyentes que quieren iniciarse en la vía del Druida.
Para nosotros que seguimos la tradición Continental Gala los creyentes son los Credimari y el creyente el Credimaros, palabras galas que definen el plural y singular de dicho término.
Para los que pertenezcan a otras tradiciones druídicas pero que simplemente deseen ser creyentes, creemos que pueden decir sin lugar a dudas que son creyentes druídicos , termino que no dará lugar a posibles confusiones como el término Druida.
En nuestra asociación el Credimaros vive su espiritualidad en libertad, compartiendo los ritos con otros Credimari y con druidas o celebrándolos en solitario pero siempre guiado y apoyado por un Druida que le resolverá sus dudas, que le guiará y le aconsejará en esta senda.