LOS GALOS – GUERREROS INDOMABLES (Parte II)

INVASIONES Y MIGRACIONES

Tito Livio, muchos años más tarde, trasmite la noticia de que estas invasiones estuvieron provocadas por el incremento demográfico experimentado por las tribus que habitaban en el interior de la actual Francia. Esta emigraciones al norte de Italia(zona llamada  desde entonces por los romanos Galia Cisalpina “Galia a este lado de los Alpes) no fue inmediata, sino que se prolongó durante un período de, al menos cincuenta años.

Así, los primeros invasores ocuparon la región de las fuentes del Po, mientras que las tribus que llegaron a continuación fueron atacando territorios cada vez más hacia el sur. Finalmente, la tribu de los senones, una de las últimas en llegar, invadió el territorio de la ciudad etrusca de Clusium(Chiusi) en su intento por encontrar un lugar donde asentarse. La ciudad atacada pidió ayuda a Roma, y romanos y senones se enfrentaron el 18 julio del año 390 a.C. junto a la milla XI de la vía Salaria, en la confluencia del río Alia con el Tíber. Los romanos se desbandaron casi sin lucha y los senones entraron en Roma y la saquearon, asediando a continuación la ciudadela del Capitolio, que resistió durante siete meses. Tras levantar el sitio, los senones se dividieron y una parte se asentó en la costa adriática, entre las actuales Rímini y Ancona, mientras el resto se trasladó a Sicilia para servir en el ejército de Dionisio, tirano de Siracusa, cuyas tropas infligieron duras derrotas a los cartagineses.

A partir de su espectacular aparición en la península Itálica, los galos fueron contratados por muchos  estados y pronto aprendieron a  batirse   en el interior de gigantescas formaciones, luchando casi siempre en primera línea o en el centro de los ejércitos, allí donde las pérdidas eran más importantes. Sus armas principales eran la lanza y una larga espada; no usaban casco ni coraza y habitualmente combatían con el torso( y a veces todo el cuerpo) desnudo, cubiertos con sus torques y brazaletes de oro, y defendidos por un gran escudo plano y rectangular que los romanos copiaron( algo que probablemente  también hicieron con tácticas como la llamada testudo, tortuga, en la que los legionarios se protegían bajo los escudos, solapados unos sobre otros a modo de caparazón).

Hacia el siglo II a.C., los galos comenzaron a utilizar los grandes caballos mediterráneos para crear vastos cuerpos de caballería que sustituían sus viejas formaciones de carros tirados por caballos de pequeño tamaño (ponis); los jinetes vestían casco y cota de malla – otra invención gala- como alternativa al gran escudo de la infantería que no podían manejar sobre el caballo.

Iniciaban los combates con ciertos rituales de intención mágica: ante su ejército formado, algunos campeones avanzaban  danzando para retar a los mejores de sus adversarios a un combate singular. Mientras, el ejército hacía entrechocar sus armas y sonaban los famosos cuernos de guerra galos (cornyx), todo con la intención de amedrentar al enemigo.

LA AMENAZA ROMANA

A partir del siglo III a.C. fuero los romanos quienes se apoderaron de la Galia Cisalpina. Los primeros en caer bajo su dominio fueron los senones, sus viejos enemigos, definitivamente derrotados en el año 283 a.C. Cinco décadas más tarde , en el 232 a.C., el territorio de este pueblo fue convertido por Roma en el ager gallicus  y repartido entre miles de familias romanas empobrecidas tras la primera guerra púnica, un conflicto que había enfrentado a Roma y Cartago durante 23 años. La reacción de los demás galos de la Cisalpina, encabezados por boios e insubros, fue la de aliarse contra Roma ante el peligroso ejemplo que suponía la creación de  ager gallicus . Pero las victorias de Telamón sobre los boios y la de Clastidium sobre los insubros dejaron la Cisalpina en manos romanas.

El siguiente movimiento romano tuvo como objetivo el sureste de la Francia actual, un territorio conocido por Roma como Galia Transalpina. El dominio de esta región fronteriza con Italia daría a los romanos el control de la ruta que unía la península Itálica y las provincias hispanas, y  de la lucrativa vía comercial que conectaba la ciudad griega de Massalia (Marsella) con los pueblos de la Galia interior a través del Ródano. En unas pocas campañas realizadas entre los años 125 y 121 a.C. Roma hizo de la Galia Transalpina una nueva provincia de su imperio.

La conquista de la Galia aún independiente- o Galia Comata,”melenuda”, así llamada por el peinado de los galos- sería obra de Julio César. Éste , durante su consulado del año 59 a.C., obtuvo por cinco años el gobierno de las provincias de Galia Cisalpina; Galia Transalpina y el Ilírico. Su ambición y su lúcida visión sobre el papel que podía  jugar la Galia libre en la órbita romana le hicieron decantarse por su conquista.  Ésta no sólo sería una fuente de riqueza para sus aspiraciones políticas, sino también la frontera septentrional que Roma necesitaba; frontera que desde un primer momento César comprendió que debía fijarse en el Rin.

LA SUMISIÓN DE LA GALIA

César sólo necesitaba un pretexto para meter el pie en la Galia y éste llegó el año 58 a.C., cuando los helvecios, asentados en la actual Suiza, decidieron emigrar a tierras de los aquitanos. Para ello debían pasar por la Galia , pero el paso de un pueblo entero a través de esa provincia romana habría conllevado, sin duda, graves daños; además el territorio abandonado por los helvecios sería ocupado por pueblos germánicos, que se convertirían en peligrosos vecinos de los romanos.

Así pues, César se enfrentó a los helvecios y los derrotó, haciéndoles volver a sus tierras.

Desde entonces, año tras año, campaña tras campaña, César neutralizo el poder de los pueblos de la Galia. En el 57 a.C. atacó y derrotó a una confederación de tribus belgas que habían logrado reunir más de 300.000 guerreros; al año siguiente le tocó el turno a los vénetos, ribereños del Atlántico, que fueron sometidos tras una batalla naval cerca de la bahía de Quiberon; en el 55 a.C., César cruzó el Rin en una demostración  de poder ante los germanos y desembarcó en Britania con el mismo propósito.

En el 54 a.C., tras dejar a sus legiones invernando entre las tribus galas, viajó a Roma para ordenar sus asuntos políticos; los galos, conocedores de las dificultades de César en Roma, aprovecharon ese invierno para fomentar una insurrección general. Fueron los eburones los que tuvieron mayor éxito, pues consiguieron aniquilar a la legión que invernaba en sus tierras. El año 53 a.C. César volvió con la intención de castigarles de forma ejemplar y los exterminó; con ello esperaba aleccionar al resto de tribus guiada por el arverno  Vercingétorix y a la que se incorporaron prácticamente todos los pueblos de la Galia central. Incluso los eduos, fieles aliados de Roma, se sumaron al levantamiento ya que, como el propio César admite, “ era mucho mejor caer en el campo de batalla que renunciar a la antigua gloria militar y a la libertad que habían recibido de sus abuelos”. Desde febrero de aquel año hasta octubre del año siguiente  combatió César a los rebeldes, cuya resistencia quebró con la toma de Alesia, donde se había refugiado Vercingétorix.

Plutarco resumió de este modo las hazañas de César en la Galia: “ Tomó más de 800 plazas fuertes, combatió más de tres millones de enemigos, hizo un millón de cadáveres  y un millón de prisioneros”. Estas cifras, aunque pueden ser discutidas, no deben en modo alguno rechazarse y dicen mucho del estado en el que quedó la Galia en el año 50 a.C., cuando César la proclamó nueva provincia romana, desde los Pirineos y los Alpes hasta el Rin y el Océano.

 Bibliografia: Revista historia National Geographic

LOS GALOS – GUERREROS INDOMABLES (Parte I)

 Gallia est omnis divisa in partes tres “ Toda la Galia se divide en tres partes”. Con esta frase, que muchos recordamos por ser de las primeras con las que nos enfrentábamos al latín, César iniciaba su relato sobre la guerra de las Galias.Este Documento es también la fuente más importante que conservamos para conocer la historia de los galos, pero no es el único. Además de César, otros autores griegos y latinos (sobre todo Polibio y Tito Livio) dejaron constancia de la existencia y conducta de estos pueblos. Desgraciadamente , los propios galos prefirieron la cultura oral a la escrita pues, a pesar de conocer el alfabeto griego ya desde el siglo III a.C., siempre rechazaron dar una forma fija a sus memorias, quizá debido a un escrúpulo religioso. Por ello no se han conservado documentos propios que recogieran sus hechos más importantes. La otra gran fuente para conocer a los galos son sus restos arqueológicos, cuyo estudio nos ha permitido ampliar los conocimientos sobre este pueblo, especialmente su modo de vida, su nivel tecnológico y su religión.

Los galos pertenecían al gran grupo de pueblos que denominamos celtas, un conjunto muy dispar de tribus que ocuparon un enorme territorio en el centro de Europa durante la Edad de Hierro, la época en al que se difundió el empleo de este metal. Se trataba de poblaciones inicialmente seminómadas(que más tarde se hicieron semisedentarias) cuyo modo de vida variaba en función de la riqueza natural del territorio bajo su control, pero que tenían en común las mismas creencias religiosas y una pasión exacerbada por la guerra, además de contar con una notable tecnología metalúrgica.

LOS ORÍGENES

Generalmente se hace corresponder la emergencia de los celtas con la llamada Primera Edad de Hierro o cultura de Halltstatt, que dio comienzo hacia el 800 a.C.Pero no podemos hablar de los  galos hasta la segunda Edad del Hierro o cultura de La Tène, que tuvo su inicio en torno al 450 a.C. Se desconocen  los mecanismos que produjeron la transición de una cultura a otra, pero sabemos que con el cambio aumentó la población y que la riqueza material, perceptible en el armamento, los ornamentos y la pujanza del artesanado, se repartió entre estratos de población más amplios que en el periodo anterior.

A finales del siglo.a C., estas poblaciones celtas comenzaron a expandirse desde el norte  y el oeste de los Alpes, llegando en el siglo III a. C., su momento de máximo esplendor, a ocupar un vasto territorio que limitaba con el mar Negro, los Balcanes,los Alpes y el Atlántico, y que incluía el norte de Italia, las islas Británicas  y los ríos atlánticos de la península Ibérica salvo el Guadalquivir; uno de estos pueblos celtas, el de los gálatas, llegó a adueñarse del centro de Anatolia. Sin embargo, no todas las zonas ocupadas por los celtas tuvieron el mismo grado de celtismo ni fueron culturalmente homogéneas. Es más, antes de fijarse en masa sobre sus territorios definitivos, los galos probablemente no tenían identidad propia.

Fue la relación entre la población y la tierra escogida para asentarse la que dio origen al vocablo Galliae, las Galias, y al de galli, los galos.Para César, los galos propiamente dichos eran un conjunto de tribus que habitaban entre los ríos Garona y Sena.Según César, estos galos se diferenciaban claramente de belgas y aquitanos : “ Toda la Galia se divide en tres partes: una está habitada por los belgas, otra por los aquitanos y la tercera por aquellos que en su lengua se autodenominan celtas y en la nuestra galos. Todos estos pueblso divergen entre sí en la lengua, en las instituciones y en las leyes”

La investigación actual comienza a dar la razón a César y supone que los belgas eran un pueblo mixto de celtas y germanos que, a partir de inicis del siglo II a.C., habría ocupado la zona comprendida entre el Sena y el Rin. Por su parte, los aquitanos englobarían a un conjunto de pueblos que posiblemente no eran indoeuropeos, asentados en la actual Aquitania(los indoeuropeos eran pueblos  que desde su lugar de origen, sobre el que no existe consenso, penetraron en el sudeste de Europa y el occidente de Asia durante el II milenio a.C.).

La entidad étnica fundamental entre los galos era la tribu, un conjunto de familias unidas por un origen común. Incluía a miles o incluso decenas de miles de individuos que ocupaban un pagus, un espacio delimitado casi siempre por accidentes naturales(cursos de agua, macizos montañosos, bosques) cuyo tamaño equivaldría al de una comarca actual. Las tribus se agrupaban generalmente en pueblos o civitas, que podían aglutinar entre 200.000 a 600.000 personas y de las que conocemos la existencia de medio centenar; entre las más importantes se contaban las de los eduos, arvernos, secuanos y senones. A lo largo de la historia, las continuas guerras entre tribus llevaron a éstas a confederarse o a establecer relaciones clientelares entre sí; confederaciones y relaciones que se vieron modificadas continuamente.

La sociedad se dividía en druidas, guerreros y pueblo llano, las tres clases ideales de las antiguas instituciones indoeuropeas.

A cargo de los Druidas corrían la religión, la justicia y la educación, mientras  los “caballeros” o guerreros constituían el grupo que tenía el privilegio de hacer la guerra; este privilegio, hereditario, estaba condicionado por la necesidad  que tenía el guerrero de adquirir su propio y costoso equipo militar. Por debajo figuraba el pueblo llano, también compuesto por hombres libres: campesinos, pastores y artesanos. En el último escalón de al sociedad se encontraban los esclavos, muy numerosos, cuya condición se debía normalmente al hecho de haber sido capturados en el curso de las frecuentes guerras.

En tanto que celtas, los galos se definían a sí mismos como guerreros, y fue sobre todo en la guerra y por la guerra como fueron conocidos por el resto de los pueblos clásicos.

De hecho , los galos entran en la puerta grande de la historia a comienzos del siglo IV a.C., con motivo de la invasión del norte de Italia y la posterior conquista y saqueo de Roma.

Bibliografía: Revista Historia National Geographic

En el combate los galos no usaban casco ni coraza, y habitualmente luchaban con el torso desnudo(y aveces todo el cuerpo) cubiertos sólo con sus joyas.

EL ANKOU

El Ankou, en la tradición bretona, es el heraldo o servidor de la muerte (oberour ar maro), no la muerte en si misma. No está del todo claro de donde proviene su nombre aunque esta relacionado con los vocablos bretones “Anken” (angustia y pena)  y «Ankounac´h » (olvido).

Posee función de psicopompo (del griego ψυχοπομπóς «el que guía o conduce las almas») el Ankou recoge las almas de los fallecidos y las transporta en su carro desvencijado («karr an Ankoù», carro del Ankou en bretón), tirado por dos caballos, uno de ellos viejo y débil y el otro joven y fuerte (en otras versiones de la leyenda son cuatro caballos negros), hacia el más allá. El carro esta cargado de piedras que tira cuando un alma nueva sube al vehículo. Es por ello que cuando se oye un traqueteo de piedras, Ankou está cerca. Lo mismo ocurre cuando se escucha el sonido chirriante del carro («wig ha wag!») que es señal inequívoca de que él mismo o alguien próximo a él no tardará en morir. También se dice que todo aquel que vea al Ankou morirá en el transcurso de ese año.

El Ankou es descrito a menudo como un anciano de largos cabellos blancos muy alto y extremadamente viejo y delgado (de apariencia cadavérica o incluso a veces como un esqueleto) que porta un largo abrigo, zapatos de madera y un sombrero de ala ancha de fieltro negro que oculta parte de su rostro.

Otros lo describen como a un esqueleto envuelto en un sudario, cuya cabeza gira constantemente sobre sí misma en lo alto de la columna vertebral para así poder vigilar toda la región que se le ha ordenado recorrer y ver todo lo que ocurre a su alrededor. De esta manera, puede acudir sin tardanza cuando alguien fallece.
En uno y otro caso, el Ankou tiene en la mano una guadaña que difiere de las guadañas normales en que su hoja está vuelta hacia afuera y no hacia dentro. De este modo el Ankou no la hace regresar a él cuando siega; contrariamente al uso de todos los segadores de heno y cosechadores de trigo, él la arroja hacia adelante.

Según Anatole Le Braz, El último fallecido del año en una parroquia cualquiera se convierte en el Ankou de esa parroquia durante el año siguiente. Si en un año determinado hay más defunciones de lo habitual, se dice del Ankou:

War ma fé, heman zo eun Anko drouk («Cielo santo, éste es un Ankou cruel»).

Cuenta una historia sobre el Ankou que existió un príncipe (en otras versiones simplemente un terrateniente), de carácter cruel y vengativo, tan temerario que se atrevió a retar al Ankou.

Ocurrió que el príncipe salió de cacería la víspera de la Navidad, la noche en la que se dice que el Ankou también sale a cazar y se asegura de que los ancestros sean recordados y honrados como es debido. El príncipe encontró pronto un venado blanco al que comenzó a perseguir. Sin embargo, no había pasado mucho tiempo cuando se topó con un ser espectral todo vestido de negro que montaba un caballo blanco, el cual, sin embargo al príncipe le pareció un hombre, al fin y al cabo.
Furioso por no saber quien era aquel extraño que al parecer también estaba cazando aquella noche en sus dominios, el príncipe lo retó a cazar antes que él al venado. El premio no sería solo el animal sino que el ganador decidiría el destino de su contrincante.

Pronto estuvo claro que el caballo mortal del príncipe era mucho mas lento y el extraño derribó al venado de un solo golpe, tras lo cual el príncipe, enojado, mandó a sus hombres que lo rodeasen, riendo y diciendo que así aquella noche se cobraría dos piezas en lugar de una.
El extraño lanzó entonces una carcajada de ultratumba que borró todo rastro de chanza del rostro del príncipe, tras lo cual sentenció:

«Puedes quedarte la pieza, y con ella, toda la muerte del mundo. Si tu placer es cazar entonces así lo harás: a través del campo de batalla, en las peores plagas, deberás cazar los corazones como tus trofeos, hombre estúpido. Y todos tus tratos serán con lo podrido».

 

Así el príncipe se convirtió a partir de ese momento en el propio Ankou.

Se dice que, durante la víspera de la Navidad, a la cual los bretones llaman «Nuit des Marvelles» («Noche de las Maravillas»), el Ankou roza con su capa a aquellos que no llegarán con vida al final del año.

La triste historia del herrero Fanch ar Floc’h también refleja la antigua creencia asociada al Ankou sobre el peligro de salir durante la víspera de la Navidad o no celebrarla adecuadamente, pues ocurrió que el herrero Fanch ar Floc’h se quedó trabajando ese día hasta tarde, de modo que aun se encontraba en su taller cuando sonaron las campanadas de la medianoche, momento en que recibió la visita de un extraño que le pidió que reparase su guadaña. Sin sospechar que se trataba del mismísmo Ankou, Fanch ar Floc’h realizó el que sería su último trabajo pues a la mañana siguiente estaba muerto. Algunas leyendas atribuyen al Ankou dos cómplices o compañeros, quienes a menudo también son descritos como esqueletos.

Así, otra vieja historia bretona cuenta como un hombre de Tézélan escuchó a lo lejos el traqueteo de un carro y, reconociéndolo como el del Ankou, decidió esconderse tras unos arbustos de avellano para poder ver sin ser visto. Sin embargo al llegar a la altura de donde se escondía el hombre el carro se paró repentinamente, pues uno de sus ejes se había roto, y uno de los compañeros del Ankou se apeó y se dispuso a arreglarlo, acercándose peligrosamente al lugar donde se escondía el hombre. Éste pensó que había llegado su momento, y sin embargo, tras reparar el eje, el acompañante del Ankou volvió a montarse en el carro y la siniestra comitiva se alejó, dejando al hombre suspirando de alivio en su escondite…aunque no por mucho tiempo, pues a la mañana siguiente lo encontraron muerto.

Otra historia similar cuenta que en una ocasión tres amigos ebrios regresaban a sus respectivos hogares cuando vieron venir hacia ellos un carro desvencijado que reconocieron como el del Ankou. Envalentonados por el efecto de la bebida, dos de ellos comenzaron a tirarle piedras, con lo cual los caballos se encabritaron y el eje de una de las ruedas se rompió, tras lo cual los dos borrachos escaparon.

Sin embargo el tercero de ellos, sintiéndose mal por lo que sus amigos habían hecho, venció su miedo al Ankou y, tras buscar un rama, reparó con ella el eje roto y lo ató al carro con los cordones de sus zapatos. El Ankou se lo agradeció con un movimiento de cabeza y reanudó su marcha, como si el carro nunca se hubiese roto.

Al día siguiente los dos primeros borrachos habían muerto congelados en la nieve, mientras que el tercero regresó a su casa sano y salvo, aunque tras aquella noche, sobre la que nunca quiso hablar, envejeció diez años de golpe y sus cabellos se volvieron completamente blancos.

A pesar del temor que en general inspira la figura del Ankou, éste no era considerado un ser maléfico. Esta vieja balada lo define claramente:

Vieux et jeunes, suivez mon conseil. (Viejos y jóvenes seguid mi consejo)
Vous mettre sur vos gardes est mon dessein; (Poneros en guardia es mi intención)
Car le trépas approche, chaque jour, (porque el óbito se acerca, cada día)
Aussi bien pour l’un que pour l’autre. (tanto para unos como para otros)

Qui es-tu ? dit le jeune garçon, (¿Quién eres tú? dice el joven)
A te voir j’ai frayeur. (Al verte siento espanto)
Terriblement tu es maigre et défait ; (Eres terriblemente flaco y decrépito)
Il n’y a pas une once de viande sur tes os ! (¡No hay una onza de carne sobre tus huesos!)
C’est-moi, l’Ankou, camarade ! (¡ Soy el Ankou, camarada!)
C’est moi qui planterai ma lance dans ton coeur; (Soy yo el que plantaré mi lanza en tu corazón)
Moi qui te ferai le sang aussi froid que le fer ou la pierre ! (yo, el que hará que tu sangre sea tan fria como el hierro o la piedra)
Je suis riche en ce monde ; (Soy rico en este mundo)
Des biens, j’en ai à foison ; (Bienes, tengo en abundancia)
et si tu veux m’épargner, (y si quieres escatimarme)
Je t’en donnerai tant que tu voudras. (te daré tanto como quieras)
Si je voulais écouter les gens, (Si quisiera escuchar a la gente)
accepter d’eux un tribut, (aceptar de ellos un tributo)
qu’un demi-denier par personne, (medio denario por persona)
je serais opulent en richesses ! (seria opulento en riquezas)
Mais je n’accepterai pas une épingle, (Pero no aceptaré ni un alfiler)
Et je ne ferai grâce à nul chrétien, (Ni perdonaré a ningún cristiano)
Car , ni à jésus, ni à la Vierge, (Porque ni siquiera a Jesús, o a la Virgen)
Je n’ai fait grâce même. (Les concedí mi gracia)
Autrefois, les “pères anciens”  (En otro tiempo, los «padres antiguos»)
Restaient neuf cent ans sur la brèche. (Permanecían novecientos años sobre la tierra)
Et cependant, vois, ils sont morts, – (Y sin embargo, ves, están muertos)
Jusqu’au dernier, voici longtemps ! (Hasta el último de ellos ¡hace mucho tiempo!)
Monseigneur saint Jean, l’ami de Dieu ; (Monseñor San Juan, el amigo de Dios)
Son père Jacob, qui le fut aussi ; (su hijo Jacob, que también lo fue)
Moïse, pur et souverain ; (Moisés, puro y soberano)
Tous, je les ai touchés de ma verge. (A todos los toqué con mi vara)

Pape ni cardinal je n’épargnerai; (Ni a papas ni a cardenales salvaré)
Des rois (je n’en épargnerai) pas un, (De los Reyes [no salvaré] ni a uno)
Pas un roi, pas une reine, (Ni a un rey, ni a una reina)
Ni leurs princes, ni leurs princesses. (Ni a sus príncipes ni  a sus princesas)
Je n’épargnera archevêque, évêque, ni prêtres, (No salvaré a arzobispos, obispos ni sacerdotes)
Nobles gentilshommes ni bourgeois, (Nobles, gentilhombres ni burgueses)
Artisans ni marchands, (Artesanos ni mercaderes)
Ni pareillement, les laboureurs. (Ni, igualmente, a los labradores)

Il y a des jeunes gens de par le monde, (Hay jóvenes por el mundo)
qui se croient nerveux et agiles ; (que se consideran vigorosos y ágiles)
Si je me rencontrais avec eux, (Si me encontrase con ellos)
Ils me proposeraient la lutte. (me propondrían un duelo)
Mais ne t’y trompe point, l’ami ! (¡Pero no te equivoques amigo!)
Je suis ton plus proche compagnon, (Yo soy tu compañero más cercano)
Celui qui est à ton côté, nuit et jour,(Aquel que está contigo día y noche)
N’attendant que l’ordre de Dieu. (Esperando la orden de Dios)
N’attendant que l’ordre de Père Eternel ! …Pauvre pécheur, je te viens appeler. (¡Solamente esperando la orden del Padre Eterno!…Pobre pecador, vengo a llamarte)
C’est moi l’Ankou, dont on ne se rachète point ! (Yo soy el Ankou, del que no hay salvación)
Qui se promène invisible à travers le monde ! (¡Que se pasea invisible a través del mundo!)
Du haut du Ménez, d’un seul coup de fusil, (Desde lo alto de Ménez, de un solo tiro de fúsil)
Je tue cinq mille hommes en un tas ! (mato a cinco mil hombres de una sola vez)

 

«Ballade de l´Ankou», «La Légende de la Mort» de Anatole le Braz

COMUNICADO SOBRE LAS DECLARACIONES DEL MINISTRO DE INTERIOR DE ESPAÑA EN ROMA

El pasado día 20/10/2012 el Ministro de Interior de España, D. Jorge Fernández Díaz, declaró en Roma durante un discurso que pronunció en la cena de gala ofrecida por el embajador en el Palacio de España, con motivo de la canonización de la Sra. Dña. María Carmela Sallés y Barangueras, una frase lapidaria que sólo ha repercutido en el contexto frentista político y en absoluto en el marco de los Derechos Fundamentales, concretamente, en los de la Libertad Religiosa y de creencias, que han sido gravísimamente puestas en la picota, al decir:

Aquí quisiera citar la frase del que fue obispo de Vic, Josep Torras i Bagés, en la que afirmó que ‘Cataluña será cristiana o no será’ y yo añadiría que España será cristiana o no será, y también quisiera decir que Cataluña sin España no sería Cataluña y España sin Cataluña no sería España” (la negrita es nuestra).

Como quiera que no ha habido ninguna reacción pública ante lo que creemos ser una declaración inconstitucional por parte de NADIE, quizá porque a nadie le importe ya que supriman la libertad religiosa en España y cristianicen a los españoles a la fuerza, tras debatir la situación y el alcance de esta amenaza del Gobierno de España contra quienes no somos cristianos y, en nuestro caso, de ningún modo dispuestos a serlo, hemos acordado elevar el siguiente comunicado a las máximas Instancias de la Nación, con el objeto de exigir una declaración en la que se posicionen abiertamente y nos permitan saber a qué atenernos y qué pasos hemos de tomar a partir de ahora…

COMUNICADO

 

Fecha: 5 de noviembre de 2012

A/A:

Asunto: Declaraciones del Sr. D. Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior, en Roma el día 20/10/2012.

Contacto:

En Madrid, a 5 de noviembre de 2012

La Plataforma en favor de la Libertad Religiosa del Paganismo con las Entidades Religiosas que se detallan:

  • Confesión Religiosa Comunidad Odinista de España, Asatru. Número de inscripción: 1161-SG/A
  • Confesión Religiosa Wicca, Tradición Cetíbera. Numero de inscripción: 2560-SG/A
  • Confesión Religiosa Hermandad Druida Dun Ailline. Número de inscripción: 2854-SG/A
  • Confesión Religiosa Asociación Religiosa Druida Fintan. Número de inscripción: 2127-SG/A

MANIFESTAMOS:

Que a tenor de las declaraciones de D. Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior de España, realizadas en Roma el pasado día 20/10/2012, afirmando que:

España será cristiana o no será

Y en virtud de lo que entendemos no puede ser sino un testimonio abiertamente hostil, ignoramos si preconcebido pero en cualquier caso inaceptable y profundamente contrario a las libertades fundamentales, EXPONEMOS:

Que las declaraciones de D. Jorge Fernández Díaz, hechas en calidad de Ministro del Interior de España ante representantes de un Estado extranjero, supone a nuestro parecer, una flagrante vulneración de las siguientes legislaciones internacionales:

–          Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 18,)

–          Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (art. 10, art. 21.1, art. 22,)

Y nacionales:

–          Constitución Española de 1978 (art. 14, art. 16.1-3 y art. 27.3)

–          Ley Orgánica 7/1980 de 5 de julio, de Libertad Religiosa (art. 1, art. 2. Uno).

Que estas Legislaciones determinan la aconfesionalidad del Estado y garantizan la libertad de creencias o de no tenerlas de todos los ciudadanos. Unas garantías que nuestro Ministro del Interior además de ignorar, ha amenazado de facto con suprimir.

Que siendo el puesto que ocupa el Sr. D. Jorge Fernández Díaz el de Ministro del Interior de España, que le sitúa a la cabeza de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, un cargo éste de extraordinaria significación que requiere una especial sensibilidad, consideramosque llegan a ser aún más graves, si cabe, manifestaciones de este calado.

Que esta declaración de intenciones por parte de un miembro del Gobierno de España es intolerable, ya que lleva implícito el desprecio hacia las creencias o ausencia de éstas de sus compatriotas. Personas que conforman una parte del Pueblo que ha jurado proteger y defender y al cual debería representar, no humillar; indiferentemente de si son votantes o no de su partido o si comparten o no las ideas religiosas del Sr. Ministro.

Que por el tono de su “mensaje” queda en entredicho todo el Sistema de Libertades, máxime cuando no ha sido posteriormente rectificado por él mismo, ni matizado tampoco por instancia alguna, haciendo de esta afirmación la notificación y garantía sobre la conversión forzosa del País, desde un representante al más alto nivel del Estado Español hacia la Iglesia Católica.

Que la ausencia de una respuesta enérgica y clara por parte del Gobierno  de España, desmintiendo la intencionalidad de su Ministro del Interior, sólo puede entenderse como una confirmación por parte del Gobierno de la Nación, de los propósitos del Sr. D. Jorge Fernández Díaz en cuanto a cristianizar el país a la fuerza, y deja sin el amparo de los derechos civiles a todos los ciudadanos y residentes que no sean cristianos.

Que no ha habido respuesta alguna por parte de los representantes de los ciudadanos ni de los agentes sociales, o no han sabido hacerla llegar al pueblo, exigiendo una aclaración o rectificación sobre el particular, lo que nos deja en una situación de absoluta indefensión y perplejos por el poco interés que ha generado que un miembro del Gobierno de la Nación, garantice a la cúpula de una Confesión Religiosa y Estado extranjero, convertir a su fe al pueblo aún a costa del futuro de España.

Por todo lo anteriormente expuesto, las Entidades firmantes de este Comunicado queremos manifestar nuestra más enérgica protesta y honda preocupación, por lo que creemos pueda ser el principio de la derogación de nuestras libertades, la represión de nuestros derechos y la persecución de nuestros Cultos e ideologías. Y es por todo ello que,

SOLICITAMOS:

1º.- Que se proteja el Sistema Constitucional y con él a la ciudadanía de cualquier intento por parte de este Gobierno, de tratar de suprimir nuestros derechos fundamentales tal y como están recogidos en la Carta Magna, apelando a la Jefatura del Estado Español para que cumpla con su obligación como marca la Legislación vigente. Asimismo, requerimos de esta Instancia que manifieste si conoce y comparte o no la postura del Ministro del Interior.

2º.- Que el Presidente del Gobierno de España, aclare al pueblo español si existe o no el propósito conducente a derogar en todo o en parte nuestras libertades fundamentales, convirtiendo nuestra Democracia en una Teocracia. Y si como deseamos no fuera este el caso, que manifieste abiertamente, de manera rotunda y sin ambigüedades, no compartir tales declaraciones y que proceda aexigir la retractación o en su caso la dimisión -o en su defecto el cese- del Sr. Ministro del Interior, D. Jorge Fernández  Díaz.

3º.- Que independientemente de mantenerse en su puesto, dimisión o cese del cargo que desempeña, el Sr. D. Jorge Fernández Díaz rectifique sus palabras y propósito, reconviniéndole que en caso de ignorar esta petición, nos veremos obligados a tomar todas las medidas públicas y legales oportunas en los espacios y foros nacionales e internacionales pertinentes, así como pedir amparo judicial en los Estamentos adecuados.

Queremos igualmente poner de manifiesto que lamentamos profundamente que este tipo de declaracioneshumillantes, vergonzosas y anacrónicas por parte de miembros del Ejecutivo, eclipsen la magnífica labor que las personas responsables de los Órganos de relación con las Confesiones Religiosas, están realizando para que, a pesar de los obstáculos que intencionadamente algunos colocan en su camino, en España pueda existir algún día una libertad religiosa igualitaria y sin privilegios. Quede claro, por consiguiente, que está muy lejos de nuestra intención cualquier extensión de este conflicto más allá de los irresponsables que lo han generado.

Instamos, por último, tengan a bien atender nuestros requerimientos, recibirnos y/o responder en forma a las cuestiones que les hemos planteado.

Sin otro particular y agradeciendo su atención, quedamos a la espera de su respuesta.

En  día y fecha ut supra.

Firmantes:

Confesión Religiosa Comunidad Odinista de España Asatrú – Número de inscripción: 1161-SG/A
Confesión Religiosa Wicca, Tradición Cetíbera – Numero de inscripción: 2560-SG/A
Confesión Religiosa Hermandad Druida Dun Ailline – Número de inscripción: 2854-SG/A
Confesión Religiosa Asociación Religiosa Druida Fintan – Número de inscripción: 2127-SG/A

TRINOXTION SAMONI

Los días  II, III y IV de la Atenouxtion del Mes Samon, que se corresponde en el año actual que acabamos de inicar (3.885 M.T.) con el período comprendido entre la puesta de sol del día 7 de Noviembre hasta la puesta de sol del día 10 del mismo mes, se celebra en nuestra Tradición el Gran Ritual de la Trinoxtion Samoni, las 3 noches de Reencuentro con nuestros Ancestros.

La ”Trinoxtion Samoni”, las tres noches de Samonios. Tres gritos de luz que van a iluminar la oscuridad del invierno que nos llega con las lágrimas de las lluvias otoñales y los aulladores vientos. La naturaleza se adormece, transitando sin cesar en su ritmo cíclico, invitándonos a seguirla sin dejar de ser vigilantes con nuestro fuego interior que nos acompañará en las largas y frías noches. El mismo invierno que cubrirá de escarcha y niebla las Tierras Celtas para hacernos partícipes, una vez más, de las maravillas que nos ofrece la naturaleza. Un inmenso fuego y mar de blancura en el cual veremos danzar a los Tres Rayos de Luz que acompañan el camino de nuestros Antepasados y arropan nuestras almas.

Velo rasgado entre los mundos. Sucellos Dagodeuos, el Buen Padre se une a la Soberana de los Espíritus y una vez más, como antaño, como siempre, para todos aquellos que estén atentos a estas Sagradas Noches, la unión será de nuevo posible. Los difuntos inspiraran a los vivos y los vivos nutrirán a los difuntos con ofrendas rituales.

Este era uno de los momentos más mágicos para los antiguos celtas, el día que no existía. Samonios o Samhain marca el fin del viejo año celta y el principio del nuevo año. Era la muerte y el sueño y a través del invierno (la estación sombría) la tierra descansa hasta su renacimiento en primavera. Así la rueda refleja los ciclos de la naturaleza y la de la vida.

Samonios es una bisagra fuera del tiempo. Los celtas sabían que era necesaria una ruptura que aboliera el orden definido y que permitiera al caos reinar durante un lapso de tiempo. Uno de los aspectos de esta ceremonia era este, tres días que escapan del tiempo, puesto que el tiempo no existe en Samonios, en que cada uno se saltaba ese orden preestablecido; los hombres y mujeres se disfrazaban los unos de las otras y viceversa, las barreras de los campesinos se desmontaban y se tiraban por las laderas, los caballos cambiaban de prado y los niños visitaban a sus vecinos exigiéndoles regalos y mimos, una tradición que sobrevive de manera atenuada en la fiesta de “ HALLOWEN”. Un significado profundo se escondía detrás de estas aparentes excentricidades de este intervalo, donde los Druidas conocían el verdadero simbolismo de Samhain.

En Samonios, donde el tiempo no existe, el velo entre nuestro mundo y el de los antepasados era apartado durante tres días, y los que estaban preparados podían emprender sin peligro, el viaje hacia “ el otro lado”.

El ceremonial de los Druidas apuntaba pues a establecer el contacto con los espíritus de los difuntos considerados como fuente de consejo, sabiduría e inspiración no como causa de miedo a la población. En el transcurso de estas noches, todo un ceremonial era seguido estrictamente y de forma obligatoria (toda ausencia estaba penada con la muerte).

En cada hogar, todos los fuegos se apagaban simbolizando el fin del ciclo y la entrada en la Noche regeneradora. Los Druidas sofocaban solemnemente el Fuego Sagrado del Altar para mas tarde inflamar un nuevo fuego, mediante ramas secas de roble, para honrar a Belenos y ahuyentar a los espíritus maléficos. Después cada familia recibía una brasa enrojecida con la que se generaba un nuevo fuego protector en el atrio que debía ser atendido durante todo el nuevo año.

La fiesta de Samonios es a la vez fin y renovación, tanto para las estaciones como para las existencias humanas. En este momento intemporal, paso de transición, las puertas del Otro Mundo se abren permitiendo a los seres divinos, a los vivos y a los muertos mezclarse.

Samonios es el momento en el que Sucellos, el Buen Dios de la Vida y de la Muerte reunía a las almas de aquellos que habían muerto durante el año con el fin de informarlas de su nueva vida o encarnación. Por tanto Samonios es un umbral Durante estas noches de reencuentro seres de ambos lados pueden traspasar el velo y pasar libremente de un mundo a otro, los difuntos podían rendir visita a sus familiares y estos les acogían con alegría y les dejaban un buen lugar en la mesa siempre cercano al nuevo fuego del hogar. En este día los ancestros eran honrados y bienvenidos de vuelta a sus hogares, era común dejar platos de comida en la mesa para los antepasados que volvían hambrientos por el largo viaje. Estos visitantes , amigos, parientes volvían allí para ayudar a sus seres queridos y les aconsejaban y guiaban para el nuevo año.

En la primera NOCHE se honraba la memoria de los héroes, guerreros caídos en la defensa de la Tribu. La segunda se dedicaba a la memoria de los queridos Antepasados desaparecidos y la siguiente estaba consagrada, mediante el Festín Ceremonial, al regocijo de las alegrías del rencuentro propias de la festividad.

Es en esta época que los animales que no podían ser mantenidos a lo largo del invierno eran sacrificados, la carne serviría para alimentar a la tribu durante el largo y duro invierno. Se sabe asimismo que los ritos de Samhain estaban relacionados con las manzanas, se comía una tarta de manzanas hecha por las mujeres celtas, y como herencia de ello el juego de coger manzanas que flotan en el agua con la boca probablemente desciende de antiguos cultos druídicos, ya que se cree que se equiparaba el paso a través del agua para obtener la manzana con el paralelismo del paso a través del mar hacia Avalón, la tierra de las manzanas, la tierra de los antepasados.

Este es un tiempo de preparar los objetivos para el siguiente año, de iniciar cambios en nuestras vidas, “quemando” en la hoguera de Samonios todo aquello que ya no nos sirve y preparando la tierra para plantar las nuevas semillas de futuros proyectos.